Durante toda nuestra vida, hemos ido creciendo y coleccionando creencias, que nos han servido como base para la mujer en la que nos hemos convertido hoy en día, y sin darnos cuenta, hemos dejado a un lado abandonado la mejor esencia de nosotras…

La más pura, esa que nos permitía reírnos a carcajadas de las cosas tontas, la que nos provocaba a hacer travesuras (porque son cosas de niños…), la que cuando salía de lo más profundo de su corazón, nos tiraba a los brazos de papa o mama, para darles un abrazo, tan intenso que parecía que fuese a ser el último, y luego seguíamos haciendo nuestras cosas como si pasase nada.

Esa niña, que no estaba pendiente de “lo correcto”, tan solo de lo que le hacía feliz… que sabía pararse y observar el vuelo de una mariposa… que podía decir “huele rico”, sin tener que definir el aroma que sentía… que podía señalar tu corazón y con una mirada limpia a tus ojos expresar todo su cariño.

Esa fabulosa inocencia en donde fácilmente separaba lo inútil de lo importante…

Ahora, fíjate en cómo estas….. Confundida… sin saber qué hacer, o incluso que decir.

En plena búsqueda para encontrar un sitio firme, en donde vuelvas a sentirte segura y sobre todo en calma, en paz... pero todo lo que tienes a tu alrededor…. 

Te empuja a seguir adelante sin ser realmente consciente de que te ahogas…

Es el momento de reivindicarnos y gritar bien fuerte para que se nos oiga.

Volver a soñar con castillos encantados, momentos idílicos, aventuras increíbles, amores apasionados, finales felices.... pero sobre todo…… porque quieres volver a ser TU.

No arrincones más a tu niña por las “obligaciones” de la vida (esas van a estar siempre ahí...), has dejado pasar tu papel de niña, para encontrarte con una adolescencia llena de dudas y preguntas sin respuesta…

Deja de comportarte como mujer madura, como madre, como amante, como abuela…. Solo sacúdete hacia dentro y deja salir a jugar a tu niña interior.

Descúbrete un día admirando el aletear de una mariposa, observando el caminar de una hormiga, y de repente sigue el impulso de saltar sobre los charcos de lluvia…. 

Seguro que entonces ves, como desde el fondo de tu alma, sientes una caricia agradecida que te dice….

Seguro que en ese momento, volverás a encontrar tu camino en la vida y fluir en el Universo.

Te deseo un día magnifico lleno de arcoíris de colores y nubes de algodón. 

Con todo mi cariño